Mi primera osadía es desnudar el sentimiento interno frente a una pantalla, y aceptar que por más que trate de disimularlo, no he sido osado... Dicen que para conseguir un trabajo se debe ser tenaz, aguerrido, osado... y yo preferí la comodidad de un lugar...
Dicen que para conseguir el amor de una mujer se debe ser valiente, audaz, osado... yo la tuve un día, y después la perdí...
ENTONCES...¿Cuál ha sido la osadía de mi vida?, si bajo la excusa de un posible rechazo no me he jugado la vida en cada acto, que por el miedo a fallar no he sido el tipo sagaz que me jacto de ser, y por el temor a amar no dejo que este noble corazón se vuelva a enamorar...
¿Cuál es la osadía de mi vida?... Dejar la cobardía a un lado, y volver a brillar...
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Y todo se resume a un punto, miedo y cobardía, el mal general y ciertamente el de mayor incidencia y mayor alcance al mundo. ¿Qué fácil sería que simplemente se borraran esos sentimientos de nuestra memoria no? Pero sabes, aún así, es necesario sentirlos porque justo por eso sabes y aprendes qué es lo que no quieres para buscar osadamente lo que deseas, anhelas y esperas. Al final del camino, y seguramente después de una ardua lucha, encontrarás la recompensa que buscas y brillarás.
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