Tranquilidad, paciencia, nunca lo tuvo. Desde el inicio quiso darle todo, y durante 30 meses lo logró. Pero eso un día terminó. Ei tiempo ya pasó, y en esos más de 1000 días entregó todo lo que tenía que dar.
Ya no tiene nada, por ahora que entregar, se sienta a descansar, y ya no espera expectante como un día lo estaba. Ahora, se mantiene en calma, y como una mente educada se dedica a pensar y deja de expresar lo que tiene.
Nada, nada tiene que contar, y por un tiempo prefiere mejor callar…
martes, 17 de abril de 2012
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